sábado, 28 de noviembre de 2009

domingo, 22 de noviembre de 2009

LOS OVNIS

GENERAL MENTE DISEN QUE MUY PARECIDO A ESTE ES SU PLANETA ME PARESE QUE EL PLANETA ES EL CIRCULO DEL MEDIO Y LO DEMAS ES LO QUE LO RODEA AL PLANETA
EN ESTA IMAGEN SI VEN VIEN ARRIVA APARESE UN SIGNO MUY ESTRAÑO

EN ESTA IMAGEN LA INFORMACION QUE NOS MANDAN ES DONDE SE ENCUENTRA SU PLANETA


ESTE ES MI PROYEPTO QUE ISE DE LAS PARTES DE LOS OVNIS



LOS OVNIS GENERALMENTE VIENEN A LA TIERRA PARA MANDARNOS UNA INFORMACION




LOS OVNIS VIVEN EN UN PLANETA CON 100% DE AGUA





Sergio Forastier, propietario del campo donde aparecieron misteriosos círculos - Puan (Argentina)
“Nos intriga saber quién hizo esto”

“He pasado noches enteras arriba del tractor trabajando y nunca vi nada extraño... Ahora hay gente que hace muchas suposiciones de estas marcas. Yo no digo nada... Acá están los círculos para verlos. Sí nos intriga saber quién hizo esto”, le dijo ayer a un equipo periodístico de El Diario Sergio Forastier durante una recorrida a pie en el lote de cincuenta hectáreas -pegado al casco de su campo- donde aparecieron decenas de misteriosos círculos perfectamente marcados en el suelo.
El campo de Forastier está ubicado a unos siete kilómetros del Puesto Caminero de Jacinto Arauz, aunque pertenece al partido de Puan (provincia de Buenos Aires). Este diario viajó hasta el lugar acompañado de un instructor de parapente, quien sobrevoló el área para registrar las tomas fotográficas aéreas que se publican en la edición de hoy.
En el lote se pueden ver circunferencias de distintas dimensiones, que oscilan entre los 2 y 17 metros de diámetro. Es cierto que no se observan rastros que indiquen que allí se hubiese posado algo, aunque las flores amarillas que hay diseminadas en todo el lote dentro de los anillos se ven secas, como quemadas. En lo que queda de las cincuenta hectáreas, las plantas se mantienen verdes y florecidas.
SORPRESA Y MEDIA
Entre la noche del jueves y la madrugada del viernes de la semana pasada la familia Forastier tuvo algunos sobresaltos en la cama. Sucedió que los dos perros que tienen en el casco del campo -Fatiga y Bolita- estuvieron “como un poco nerviosos (sic)”, contó Sergio. “Ladraban y lloraban, pero yo pensé que podrían estar en celo, la verdad es que no le di demasiada importancia”, agregó.
El jueves había sido el turno de Emiliano, el hijo mayor de la familia, de recorrer el lote de las ovejas. “Yo no vi nada raro... Di una vueltas, noté que las ovejas estaban un poco ariscas, pero pensé que era porque andaba en moto y hacía mucho que no la sacaba, y me volví”, recordó ayer.
Sergio y su familia tenían un compromiso con unos amigos de La Adela para el fin de semana. Por eso el día después de la recorrida de su hijo fue en busca de un borrego para carnear. “Fue ahí cuando vi los primeros círculos... Y me llamaron un poco la atención. Pero hice lo que tenía que hacer y nos fuimos de viaje”, contó.
De regreso en el campo, el día lunes, la ansiedad pudo más y volvió al lote. “Ahí fue cuando me empecé a preocupar, porque no sabía qué hacer y empecé a ver cada vez más y cada vez más. Empecé a dar vueltas como loco por todo el lote porque no lo podía creer”, destacó.
Forastier también contó que “el lunes luego de que llamé a la Policía para que vieran esto, vino un muchacho de acá de Arauz que le gusta investigar estas cosas y puso un péndulo... Dentro del círculo se movía para todos lados, pero cuando lo sacaba de los círculos no pasaba nada”, se permitió una cuota de misterio.
FENOMENO
Son muchas las razones que se le atribuyen a este fenómeno conocido como “crop circles”. En el mundo de los ufólogos (personas que se dedican al estudio de los objetos voladores no identificados u OVNIs) la creencia más común es que son “huellas de aterrizajes” o símbolos que expresan “alguna clase de idioma alienígeno”. Incluso hasta trascendieron testimonios de campesinos que confesaron que ellos mismos hicieron las señales para poder cobrar algún dinero a cambio de verlas. Lo cierto es que aún en la actualidad es un misterio que sigue inquietando.
- ¿Usted qué piensa de esto? -se le consultó a Forastier.
- La verdad, no pienso nada. No sé qué pensar. He pasado noches enteras arriba del tractor trabajando y nunca vi nada extraño... Ahora hay gente que hace muchas suposiciones de estas marcas. Yo no digo nada... Acá están los círculos para verlos. Sí nos intriga saber quién hizo esto.
- Hay sospechas de que muchas veces estas marcas están hechas por la mano del hombre para llamar la atención...
- Ya le digo... No sé qué puede ser... Pero fíjese que el lote está lleno de marcas, son demasiadas como para sospechar que la pudo hacer uno. Nosotros hemos tenido mucho cuidado a la hora de hablar porque no queremos que la gente piense mal. Nosotros somos criados de toda la vida acá y no queremos pasar papelones de ningún tipo. Somos gente trabajadora, nos conocen todos y saben que no vamos a inventar una historia así.
Ovnis nazis
Por cibercurioso en Mitología , Febrero 5, 2009 6 comentarios
Lo que se sabe de estos misteriosos objetos.
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Hola de nuevo, estaba pensando en qué artículo escribir, algo interesante que no supiera mucha gente, así que me documenté sobre este tema. Los datos que voy a dar son completamente reales, se han encontrado fotografías, expedientes militares, testigos, etc. Al final del texto hay muchos links donde se puede comprobarlo.
Supongo que la auténtica historia de los ovnis la sabe muy poca gente. Bien, empecemos por el principio de la historia.
Primer avistamiento moderno de un ovni
En plena Segunda Guerra Mundial, Kenneth Arnold, piloto del ejército de Estados Unidos, efectuaba una misión de reconocimiento sobre el monte Rainier cuando vio lo que parecían 9 objetos volando en formación, casi tan brillantes como el sol y a una gran velocidad. Arnold calculó que la velocidad de estos objetos era de 2.700 km/h (cabe destacar que eso era una velocidad impensable para la época, apenas existían prototipos de aviones a reacción y muchos no superaban los 500 km/h).
Foo Fighter
Seguramente Kenneth ni imaginaba lo que iba a suceder al cabo de un tiempo en los cielos del conflicto. Los pilotos aliados que sobrevolaban Alemania para bombardearla empezaron a reportar informes sobre extrañas bolas brillantes casi transparentes que se situaban junto a ellos y les acompañaban durante kilómetros. Según estos informes, no podían derribarlas, aunque les disparasen, y toda maniobra para despistarlas era inútil. Se discutió sobre la utilidad de estas armas, principalmente se pensaba que su misión era interferir en los circuitos eléctricos. Ver uno de esos ovnis nazis debía ser algo increíble, se dedicaban a seguir a los aviones del ejército aliado, molestándoles tanto que a veces cancelaban los bombardeos y volvían a base.
Se pensaba que esta arma nazi era un tipo de avión antirradar. Parecían ser controlados por radio desde el suelo, aunque posteriormente se han encontrado planos de muchísimos modelos de estas armas y llevaban piloto. Los ingenieros nazis se centraron en que estos ovnis crearan un campo electromagnético tan fuerte que pudieran derribar aviones enemigos.
Si Alemania tenia estas armas, ¿cómo pudo perder?
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Alemania perdió porque esta tecnología llegó demasiado tarde, que no pudo ganar ni con estas increíbles armas.
Los ovnis eran muchísimo más veloces que cualquier nave conocida, pero no tenían una gran utilidad como cazas.
La guerra estaba perdida, así que los alemanes replegaron sus naves para que esta tecnología no cayera en manos aliadas.
¿Y dónde fueron a parar estas naves?
Los aliados no consiguieron esta tecnología, y se tiene indicios para pensar que aún en 1945 se fabricaron más unidades de estas naves, concretamente el modelo Haunebu II.
Dinamitaron todas las factorías de estas naves y pusieron señuelos a los aliados.
Se piensa que los ovnis fueron transformados a bases secretas en la Antártida, desmontados en submarinos (esto es probablemente lo que hicieron los alemanes, obviamente no hay pruebas, o nos las están ocultando).
Actualmente se avistan ovnis. Es poco probable que estas naves sean de origen extraterrestre. Aunque parezca increíble, la explicación más sencilla es que sean pilotados por soldados del “último batallón” nazi.
Bases lunares y marcianas del Tercer Reich
Muchos autores afirman que desde hace unos 70 años los nazis tienen bases (si no son auténticas civilizaciones) en Marte y en la Luna.
Esto suena una locura. Pues bien, he preparado una lista de indicios sobre esto:
Durante la misión Apolo 11 a la Luna, los tripulantes del Apolo 11 mantuvieron una conversación con el centro de control en Houston, casualmente captada por unos radioaficionados que escuchaban un “canal reservado”, que revela que tuvieron un encuentro con aeronaves “muy superiores en tamaño y tecnología a las nuestras”. Y desde esa visita la NASA dice que la Luna no es un objetivo interesante.
Los repetidos fracasos de la NASA en Marte podrían estar explicados por este tipo de naves. ¿Tan complicado es llegar allí? ¿Acaso no llegaron a la Luna a la primera? La incógnita es de dónde sacaron esta tecnología. ¿Contacto con los extraterrestres?
¿Podrían regresar?
Claramente hay indicios de que no se ha acabado con los batallones nazis. Obviamente, si existen intentarán tomar de nuevo el mundo. ¿Por eso tanto secretismo de los gobiernos respecto a los ovnis
En este post les dejare algo muy interesante... La verdad sobrte los ovnis y todos los gobiernos de paises que esconden el encuentro con estos seres 'extraterrestres'...
Revelan que USA y UK ocultan información sobre encuentros con extraterrestres
Las agencias de Estados Unidos y el Reino Unido ocultan lo que saben de los encuentros con extraterrestres, y se han apoderado de la tecnología copiada de las naves que han derribado, según ha afirmado un grupo de militares, científicos y ex funcionarios de Gobierno. Los extraterrestres de civilizaciones avanzadas nos han visitado desde hace décadas, pero esto ha quedado dentro del programa más compartimentado y secreto de Estados Unidos y otros países», afirmó Steven Greer, director del grupo Disclosure Project. Greer y una veintena de ex funcionarios de gobierno, militares, científicos, ex miembros de agencias de inteligencia y empresarios presentaron ayer en el Club de la Prensa lo que ellos describieron como testimonios irrebatibles de la existencia de extraterrestres, sus visitas a nuestro planeta, y el encubrimiento de esa experiencia. Existen dentro de los gobiernos de EEUU y del Reino Unido algunas agencias que controlan esta información y se resisten a divulgarla porque ello amenaza los intereses de las grandes petroleras, de quienes detentan el poder», dijo a EFE, Alfred Webre, quien durante la administración del presidente Jimmy Carter formó parte de un grupo de estudio en la Casa Blanca sobre extraterrestres. Los expertos y testigos presentados por Disclosure Project sostienen que los extraterrestres hicieron más clara su presencia después de la Segunda Guerra Mundial y debido al desarrollo, por parte de los humanos, de las armas nucleares. Greer afirmó que «por lo menos desde los años 40, y quizá desde los 30, ha habido vehículos espaciales de origen extraterrestre que fueron derribados, ocupados y estudiados» por agencias gubernamentales. Los testimonios, corroborados por múltiples testigos militares muestran que Estados Unidos y otros países han atacado militarmente estos vehículos extraterrestres y, en algunos casos, los han derribado. Greer y otros participantes del proyecto Disclosure reclamaron que se suspenda de inmediato todo esfuerzo para la militarización del espacio y reclamaron audiencias del Congreso de Estados Unidos para que se divulgue la información sobre los extraterrestres. Project Disclosure sostiene que, mediante el proceso de «ingeniería revertida», se han desentrañado las tecnologías que operaban las naves extraterrestres, y que las agencias involucradas en esta conspiración conocen desde hace décadas «una nueva física» y »usos de la energía» que cambiarían toda la estructura económica de la Tierra. Quiero ser claro en esto: la entidad que controla el asunto de los objetos voladores no identificados y las tecnologías relacionadas con ellos, tiene más poder que cualquier gobierno en el mundo, o que cualquier gobernante en el mundo», dijo Greer. Webre dijo que «a los extraterrestres les preocupan los armamentos nucleares por el impacto ecológico, y tenemos testimonios de ex miembros de los servicios de inteligencia que relatan cómo los OVNIs han seguido a los aviones que transportaban desde España, por ejemplo, los componentes de armas nucleares que debían ser reemplazados periódicamente. Tenemos, además, evidencias de que existe en el universo una ley y un orden, y en ese orden los terrestres ocupamos un escalón muy bajo entre las especies que todavía no han evolucionado más allá del uso de la guerra para la resolución de conflictos», dijo Webre. «Los países anglosajones son los máximos exponentes del armamentismo, y de todo el sistema socioeconómico que depende del uso de la energía de hidrocarburos -lo que antes se llamaba las ’siete grandes’ petroleras»- por eso mantienen todo esto oculto, añadió. Greer dijo que «nadie ha afirmado que exista una verdadera amenaza de estos OVNIs para la humanidad. Obviamente, cualquier civilización capaz de realizar viajes interestelares de manera rutinaria podría liquidar nuestra civilización en un nanosegundo, si ésa fuese su intención», dijo y agregó que «el hecho de que seguimos respirando sobre esta Tierra es testimonio abundante de la naturaleza no hostil de estas civilizaciones extraterrestres. Greer dijo que «el sistema nacional de defensa contra misiles» -que ahora apoya el gobierno del presidente George Bush- Es en realidad una cobertura para el despliegue secreto de un sistema de armamentos que rastree, haga puntería y destruya los vehículos extraterrestres cuando se aproximen a la Tierra o entren a la atmósfera.
Ovnis en argentina...
Argentina: Tierra de ángeles caídos Desde los años cincuenta se han producido en Argentina una serie de avistamientos de extraños objetos voladores que, en algunos casos, culminaron con el impacto de éstos contra el suelo. Hasta el presente, los diversos testimonios hablan de bolas de fuego, fragmentos metálicos de origen desconocido, de vegetación arrasada, de científicos y militares explorando la zona en busca de restos. Argentina tiene una larga historia relacionada con extraños objetos caídos del cielo. Uno de los primeros casos está narrado en un documento del siglo XVII: "En San Ignacio de Ipaná, el 10 de agosto de 1631, algo extraño y luminoso fue visto surcando el cielo. Entre las 6 y 7 de la tarde se observó cómo se levantaba por la parte de oriente un globo luminoso de extraña grandeza que vino con vuelo no apresurado, sino algo lento, por encima del pueblo, como una Luna llena. Despedía hacia el oriente gran cantidad de centellas y, al llegar a la línea del horizonte de occidente, se abrió con mayor luz, que luego se apagó, y transcurrido el tiempo que se tarda en rezar un credo, dio un tremendo estallido como de trueno". Para algunos, este texto, conservado en los archivos de la Compañía de Jesús, bien podría ser el primer documento que registra la caída de un OVNI en Argentina. Por supuesto, es difícil conocer la naturaleza de aquel "globo luminoso", pero está claro que no ha sido el único suceso de estas características ocurrido en el país. La tumba de un extraterrestre Uno de los casos más enigmáticos fue recogido en dos artículos aparecidos en el diario La Capital, de la ciudad de Rosario, los días 13 y 14 de octubre de 1877. En el primero de ellos, un químico de apellido Sevarg relata que, mientras caminaba cerca del río, se topó con una gran roca negra de forma ovoide de 25 metros por 37. Pensando que se trataba de un aerolito, Sevarg, junto con los geólogos Charles Davis y John Paxton, decidió perforarlo. Tras seis días de trabajo penetraron en una habitación de 2 metros cúbicos donde había una ánfora de metal blanco. Al retirar una plancha de metal, descubrieron una segunda sala donde se hallaba una tumba rectangular con un cuerpo. En el periódico se señalaba: "No tiene cabellos; el cutis debió ser liso y sin barba, pero ahora está arrugado y parece cuero curtido; el cráneo es triangular y la cara aplastada. En vez de nariz tiene una trompa saliendo desde la frente, una boca muy pequeña con sólo catorce dientes y dos órbitas de las cuales se han extraído los ojos. Los brazos son muy largos y las manos tienen cinco dedos, de los cuales el cuarto es mucho más corto que los demás. La contextura general es muy débil". En la tumba se halló también una chapa de plata con unos dibujos que representaban al Sol, diversas estrellas y los planetas. En la breve nota publicada en la edición del día siguiente, 14 de octubre, se menciona que los objetos se exhibirán en los hoteles Mageran y Francini. Estados Unidos interviene En la tarde del 6 de mayo de 1978, un objeto cilíndrico y con una estela llameante impactó en una región montañosa de Bolivia, cerca de la frontera argentina. La caída estuvo acompañada por un estruendo y un temblor similar al de un terremoto. La Fuerza Aérea Boliviana descubrió las huellas del impacto en la ladera sur de la montaña El Taire. El objeto había producido en el terreno un rastro de unos 300 metros de profundidad por 500 de ancho y 1,5 kilómetros de largo. Las rocas de las cercanías estaban fundidas. El lugar fue declarado zona militar, prohibiéndose el acceso a la gendarmería argentina y a toda la prensa. Una comisión, dirigida por dos oficiales de la Fuerza Aérea de EE UU, el coronel Robert Simmons y el mayor John Heise, se presentó en el escenario de los hechos. Regresaron con varias cajas y con un bulto enorme y pesado, cuidadosamente envuelto. La carga fue trasladada al compartimiento de carga de un avión norteamericano, que despegó inmediatamente. Un extraño pedazo de metal Silvia Pérez Simondini y su hija Andrea investigaban desde hace varios años el fenómeno OVNI en Victoria en la provincia de Entre Ríos. Una mañana de marzo de 1992, un peón de la zona se encontró con un trabajador de un campo aledaño, quién le informó que "había caído algo del cielo que causó una gran explosión". Además, se observó un gran movimiento de militares. Silvia y Andrea se dirigieron al lugar y encontraron una porción de suelo de unos 40 metros de diámetro donde "la tierra estaba recién removida". Aunque excavaron, no encontraron nada extraño. Meses después se halló en dicho campo un pedazo de metal. Se lo dieron a un herrero para que lo fraccionara, pero éste no lo logró. Sólo se pudo romper con un equipo autógeno de alta resistencia. El examen posterior indicó la presencia de titanio, silicio y manganeso, entre otros elementos. OVNIS estrellados en Salta "Un grupo de nuestra policía estuvo en un cerro cerca de la localidad de Incamayo, en la Quebrada del Toro, y vio de cerca el cráter que produjo aquella cosa. Hubo temblores muy fuertes tras el impacto, pero no se encontró ningún vestigio", comentó un agente de la comisaría de Campo Quijano, pequeña localidad situada a 30 km. de Salta, capital de la provincia del mismo nombre ubicada en el noroeste de Argentina. Junto a dos amigos salteños decidimos seguir adelante con el vehículo todoterreno a través de un camino escabroso, en una zona montañosa de más de 300 metros sobre el nivel del mar. "Sí. Yo lo vi caer por detrás de Incamayo", nos confirmó un maestro de primaria en Campo Quijano, antes de que partiéramos. Vadeamos algunos riachuelos y llegamos en menos de una hora a la aldea de Incamayo. Allí, a 55 km. de Salta, junto a la carretera, está la hacienda Incamayo, donde nos atendió Antonio Cruz, un empleado de avanzada edad, pero con una vitalidad impresionante. "La cosa cayó allí", nos dijo mientras señalaba con su dedo la cima de una abrupta montaña que se erigía junto a la hacienda. "Yo serví de guía a la gente que vino de la universidad. Tardamos casi una hora en subir, porque se resbala mucho, y vimos esa cueva profunda que antes no estaba allí", me comentó Antonio Cruz. "¿Qué explicación le dieron aquellos científicos?", le pregunté. "Ninguna. Permanecieron callados. Parecía que no entendían lo que había pasado. Aquello ocurrió el 4 de agosto de 1995, creo que sobre las diez y media de la noche", recordó el anciano. Al cabo de un rato llegó el propietario de la finca, Hugo Mauricio Lazarte, que también nos dio su versión de lo sucedido. Violenta explosión "Yo estaba durmiendo cuando me despertó un estruendo y pude oír el ruido de tierra que caía del cerro. No se veía nada porque era una noche cerrada. Al día siguiente seguía cayendo tierra. Intenté acercarme al lugar, pero tuve miedo de los derrumbamientos y de que se tratara de chatarra espacial que tuviera algún elemento radiactivo. Entonces mi hermano, Atilio Lazarte, se puso en contacto con científicos de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Salta. Vinieron algunos días después, pero no encontraron nada", me dijo el testigo. "Dos semanas después – continuó su relato – Cruz y yo vimos una especie de cometa grande y anaranjado que volaba sobre el cerro. Tenía una cola de la misma dimensión que la bola. Era opaca y no demasiado brillante". ¿A qué velocidad se desplazaba?, le pregunté mientras mirábamos aquellas montañas desnudas de vegetación. "A una velocidad media, ni muy rápido ni muy lento. Fue a las 7.30 u 8 de la noche, aproximadamente", me respondió Lazarte. ¿Qué había chocado contra el cerro de la finca de Incamayo? Según la prensa local, las viviendas cercanas a la zona de la explosión se estremecieron y cundió el pánico entre los lugareños y sus animales, que reaccionaron con desacostumbrado nerviosismo. Perros y gatos se negaban a abandonar las casas, mientras que los caballos relinchaban y se alejaban en estampida de sus haciendas. El periódico El Tribuno, en su edición del 14 de agosto de 1995, daba fe de que los geólogos Ricardo Alonso y Ricardo Sureda, de la Universidad de Salta, habían visitado la zona del impacto, declarando que "un cuerpo extraño chocó con violencia inusitada en el lugar". La posible trayectoria del mismo fue de sudoeste a noreste y probablemente se trató de un meteorito. Según los geólogos, el objeto quedó completamente desintegrado, porque no encontraron ningún vestigio, aunque no descartaban que hubiera quedado sepultado tras el derrumbamiento que prácticamente hizo desaparecer parte de la ladera del cerro. Avistamientos en los años 50 La zona en cuestión parece ser un verdadero "hervidero" de OVNIs. En abril de 1956 se registró la aparición de un "cigarro volador" que sobrevoló cuatro veces en el mismo día el Salar de Arizaro, cerca de la localidad de Tolar Grande. Se tomaron diversas fotografías y algunos creyeron que se trataba de reactores del ejército ecuatoriano en ruta entre Quito y Chile. En esos días, una violenta explosión sacudió las laderas del Nevado Macón, una cumbre situada cerca de Tolar Grande. Dicha explosión fue atribuida a la caída de un cuerpo celeste, calificado de aerolito por algunos y de "cigarro volador" por otros. A finales de 1955 también se presenció en el Macón la caída de un objeto que se pensó era un aerolito. Posteriormente fueron hallados extraños restos metálicos en las laderas del cerro. Merece la pena recordar que, en aquellos momentos, aún no había sido lanzado el primer Sputnik (1957) y, por tanto, los restos no podían pertenecer a este satélite. Algunos informantes declararon haber observado tras la explosión unas huellas de características humanas, pero de proporciones gigantescas, tanto en las arenas del cerro como en los alrededores. En enero de 1957, después de escalar el Macón, regresó una expedición dirigida por el doctor José Cerato. Éste relató que al llegar a la cima del macizo encontraron "rastros similares a los que podrían dejar máquinas muy pesadas, de base plana, que hubieran aterrizado allí". El 25 de septiembre de 1956, las agencias de prensa argentinas informaron sobre un nuevo avistamiento de OVNls en la localidad salteña de Pajas Blancas. Varias personas presenciaron el aterrizaje de una extraña aeronave, en forma de huevo y de gran tamaño, que se elevó en espiral cuando se aproximaron los testigos, según comentó el ufólogo Cristian Vogt durante una reunión en Buenos Aires. Y por si fueran pocos los sucesos ufológicos ocurridos en Salta, el 27 de junio de 1962 sus habitantes vieron cruzar el cielo un enorme "plato resplandeciente". Luego cayó una sustancia, descrita como "fino polvillo ceniciento", semejante al encontrado tras otros aterrizajes de OVNIs que tuvieron lugar en Argentina por aquellas fechas. La prensa salteña, que siempre cubrió exhaustivamente estos acontecimientos, dio cuenta de un hecho sucedido el 12 de julio de 1968. La ex-directora de una escuela, Elisa Medina, que había salido a la calle con su hija, oyó de pronto un ruido inexplicable que la hizo mirar hacia arriba, advirtiendo entonces cómo un potentísimo haz de luz iluminaba los alrededores. Ambas comenzaron a gritar, pero una fuerza extraña las inmovilizó, dejándolas "como pegadas al suelo". Más recientemente, en 1996, unos camioneros que venían de San Antonio de los Cobres vieron, mientras pasaban por El Tastil (cerca de la finca Incamayo), una luz que parecía seguirles. El vehículo se quedó sin frenos, que volvieron a funcionar al llegar a la rotonda de Limache, en la entrada de la ciudad de Salta. Pocas semanas después, otros conductores protagonizaron sucesos similares. La región salteña parece atraer como una especie de "imán" a los OVNIs. En 1978, un piloto de avión, Alberto Cruz, vio una gran bola de fuego cayendo sobre la región de los Toldos. Algunos creen que se trataba del mismo objeto que se estrelló en Bolivia y que atrajo al lugar a militares e incluso a técnicos de la NASA. Al norte de la provincia, en mayo del mismo año, tuvo lugar la caída de un OVNI cerca del parque nacional de Baritú. La policía de fronteras argentina, dirigida por el comandante Juan Nicaslo Boari, localizó extraños restos metálicos cerca del poblado de Santa Victoria Oeste. En Agua Blanca, en la frontera con Bolivia, se registró un fuerte temblor en el puente internacional sobre el río Bermejo. Y en la provincia de Jujuy, fronteriza con Salta, también se observó la caída de un gran artefacto, seguida de una fuerte explosión, en el área de Humahuaca (Palca de Aparzo) en septiembre de 1988. "En ese mismo año – me contaba en Salta la antropóloga Cristina Bianchetti –, apareció en San Antonio de los Cobres, durante varias noches, una bola gaseosa, una especie de luna inmensa que parecía girar. Dijeron que se trataba del reflejo de una explosión que había ocurrido en la provincia de la Rioja y que iba desplazándose. Me pareció una explicación algo extraña. Recuerdo que una vez, a las dos de la mañana, los camioneros que trabajaban en las Salinas Grandes, cerca de San Antonio de los Cobres, me dijeron que habían visto la esfera, pero más concentrada, en forma de luz. Luego la bola explosionó y ellos se asustaron mucho". ¿Un nuevo Roswell? El jueves 17 de agosto de 1995, a las 13:45 horas, miles de personas en 300 km. a la redonda vieron una bola de fuego desplazándose por los cielos de la provincia. El objeto volador, que algunos describieron como "plateado, muy grande, con forma de tubo largo", se desintegró antes de tocar el suelo, y sus restos, esparcidos por distintos lugares, arrasaron la vegetación y dejaron profundos surcos en las laderas de las montañas. Antes de desaparecer se escucharon dos violentas explosiones. El impacto fue tan fuerte que en Joaquín González, una ciudad situada a 145 km. de la capital salteña, se registró un temblor relativamente intenso. Un vecino de esta población logró fotografiar el instante en que el objeto caía del cielo, mostrando una estela de humo irregular y vertical. En las imágenes se aprecia un artefacto oscuro. Otros pudieron grabarlo en vídeo. Casi simultáneamente al momento de la explosión, en Rosario de Lerma, situada a 300 km. del lugar de los hechos, un grupo de rescate se preparaba para averiguar lo ocurrido. En un primer momento, los integrantes del equipo pensaron que se trataba de un avión estrellado sobre el cerro Crestón, de 3.370 metros de altura. Allí encontraron hierbas y piedras quemadas. Con unos prismáticos vieron un objeto metálico que brillaba bajo los rayos del sol. Pero un comunicado por radio avisó al grupo para que interrumpiera la búsqueda y regresara a Rosario de Lerma, informó la revista Gente, a través de su enviada especial Martha Wierzbicki Posse. La periodista también afirmó que, después del impacto, varias camionetas todo terreno, conducidas por personas que hablaban en inglés, llegaron a la zona. Según el testimonio de los lugareños, los integrantes de aquel grupo fueron los únicos que pudieron transitar libremente y acceder hasta el lugar donde cayeron fragmentos del objeto volador. Con ellos iban personas de la Universidad de Salta y del Centro Atómico regional. Un empleado de la universidad, que pidió a Wierzbicki no ser identificado, dijo que los técnicos se habían llevado "grandes pedazos de material metálico, de poco grosor, similar a un papel de aluminio, pero muy consistente. Cuando la prensa local comenzó a hablar del tema se nos ordenó decir que era un meteorito y que mostráramos un pedazo de roca". El informante no rechazaba la posibilidad de que el objeto fuera un resto de satélite, pero descartaba totalmente la hipótesis del meteorito. No deja de ser curiosa la aparente similitud entre dichos restos y los que aparecieron tras el incidente de Roswell (EE UU). "No estoy hablando de marcianos o de platillos volantes, pero no sabemos qué era aquello, aunque fuimos varios los que vimos el objeto y oímos la explosión", declaró Antonio Galvagno, un piloto experto en fumigaciones. Antonio sobrevoló durante varios días el lugar del impacto y aterrizó en seis fincas para recoger testimonios. En una hondonada observó una franja de vegetación quemada, "como si algo hubiera derramado una línea con combustible al que se hubiera prendido fuego". Al día siguiente volvió a sobrevolar la zona, pero su avión sufrió una avería, los controles no le respondieron y tuvo que realizar un aterrizaje forzoso. Relatos de los indígenas La región del valle y las montañas Calchaquíes es, después del Tíbet, la más alta del planeta. Allí, en la localidad de Los Molinos, conocí a Santo Agostín Sandoval, un indígena de 30 años que recordaba las historias de su pueblo. "Nuestros antepasados sabían por las profecías que los españoles iban a llegar. Hicieron un caserío a 50 km. de aquí, en Tacuí. Es como un fuerte con pircas (muros) de hasta tres metros de ancho y tenía una trampa: un puente que al pisarlo caía al vacío. De allí surge una luz a la que llamamos el Farolito. Mis abuelos y mis tatarabuelos la han visto", me contaba Agostín. El indígena me tenía reservada otra sorpresa, un relato revelador: "Hace muchos años, en 1992, vi tres platos que volaban sobre Ovejería. Yo estaba a unos 3.600 metros, cerca de Cafayate, en un lugar muy seco. Otros lugareños también los vieron. Tenían forma de disco, con un redondel en el medio. Uno, el más brillante, era blanco; la gente decía que el otro era como la luna, pero rojo. En pocos minutos alumbró todo. El tercero era amarillo y volaba más lejos".
Videos...
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=Q25dnCEiX2I
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link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=BTPTrOfaN0U&NR=1&feature=fvwp Uno ya no sabe que creer cuando ve los videos, lee la informacion... me despido de ustedes dejando la info y las imagenes a su criterio...



Los ovnis (objetos voladores no identificados) forman parte de una fenomenología psicosocial, pudiendo haber varias causas de la misma manifestación, generando un gran rango de interpretaciones. Afectando esto a dos bandos. En uno están los que aseguran que se trata de hechos explicables: piezas sueltas de naves espaciales, fenómenos meteorológicos poco frecuentes, satélites espías, lluvias de meteoritos, globos sonda, aviones no convencionales, insectos con un tenue halo originado por la electricidad estática, helicópteros, reflexiones de la luz solar en partículas de polvo, en objetos relucientes o en nubes; reflectores luminosos, fuegos de San Telmo, plagas de insectos, satélites artificiales en órbitas bajas, aviones militares de reconocimiento, bandadas de aves, formaciones de nubes lenticulares, meteoros, estrellas muy brillantes, planetas, auroras boreales, alucinaciones colectivas, percepciones delirantes y bromistas que quieren tomarle el pelo a los crédulos. En el otro bando se ubican quienes juran que han visto naves extraterrestres que lanzan platos voladores de observación; o que ellos mismos han sido sacados de nuestro espacio normal y llevados a otro espacio y a otro tiempo; o que han subido a naves con luz propia; o que han visto señales de comunicación que supuestamente dejan los extraterrestres en el campo. El porcentaje de casos inexplicables oscila, según los autores, entre un 2 y un 8 por ciento solamente. En este proceso, que se inició a finales de la década de los cuarenta en Estados Unidos y que puede no terminar nunca, se descubren las características de los dogmas religiosos: influencia de las creencias –gran parte de los investigadores afirman sin ambages que los ovnis son astronaves extraterrestres-, ninguna base científica –al no usar el método científico-, razonamientos circulares –los ovnis lo explican todo- y dogmatismo sectario –ataques a quienes no comparten las ideas propias-. Es importante tener en cuenta que la pluralidad de teorías sobre los ovnis indica cuán vaga es la definición del objeto y su carencia de base experimental. De ahí que el campo del estudio científico no sean tanto los ovnis, sino las personas que ven ovnis. Es importante detenerse en la Psicología del testimonio, ¿son fiables los testigos y sus explicaciones de lo sucedido? La compleja maquinaria que es el sistema de percepción humano está preparada para permitirnos obtener una información válida que asegure la supervivencia. En situaciones extrañas, potencialmente peligrosas, súbitas o que generen miedo, está comprobado que la mente funciona usando clichés asumidos culturalmente. Además, las descripciones de aquello que observamos o sentimos las hacemos usando los mismos patrones. En el caso de que veamos algo desconocido en el cielo, sin una referencia clara de otro objeto cuyas dimensiones conozcamos, es imposible asignar distancia, altura o tamaño del ovni. Por ejemplo, un pájaro cercano confundido con algo muy lejano nos hace pensar en un objeto de cientos de metros de largo. Y viceversa: un planeta como Venus nos puede parecer un objeto cercano a sólo kilómetros de nosotros. No hay que olvidar que existe una cultura ovni fuertemente afincada en nuestra sociedad. No es ajeno a ella el que vivamos una era espacial, que el cine y la literatura nos trasmitan una imagen de los ovnis y los extraterrestres, y que, culturalmente, la idea de la vida extraterrestre sea ampliamente aceptada. No obstante, el fenómeno de los ovnis no puede reducirse por completo a un simple mito nutrido de elementos cosmogénicos fantásticos. El propio Carl Jung, en el prefacio de su obra “Un Mito Moderno” (1958) –en la que precisamente recoge muchos sueños relacionados con “platillos volantes”-, advierte que “el fenómeno, notoriamente complejo, posee junto a un posible fundamento físico también un esencial componente psíquico”. Pudiendo expresar verdades simbólicamente profundas. La teoría de la Gestalt dice que un fenómeno debe ser aprehendido en su totalidad, sin pretender disociar los elementos del conjunto en que se integran y fuera del cual nada significan, los avistamientos de ovnis establecen o echan abajo la validez de todo el fenómeno de acuerdo con lo que cada individuo esté más dispuesto a aceptar: el informe de los avistamientos o la explicación ofrecida. Por otra parte, la Psicología científica explica el fenómeno natural de las alucinaciones en estados de transición de la vigilia al sueño. Al dormirnos –alucinaciones hipnagógicas- o al despertarnos –hipnopómpicas- se puede sufrir una alucinación que entraña la presencia de luces o seres, quedarse paralizado o sentirse transportado fuera del cuerpo, así como experimentar los llamados “terrores nocturnos”, siendo vivencias subjetivas que les marcan tanto como si hubiesen sido reales y que incluso, ocasionalmente, pueden provocar efectos físicos en forma inconsciente. LAS ABDUCCIONES En el fenómeno de los ovnis existe lo que se denomina abducciones, es decir, el supuesto rapto de personas por parte de extraterrestres. El relato completo de la abducción nace de las sesiones de hipnosis. Según la Psicología, la hipnosis es sólo un estado de conciencia en el que el paciente es terriblemente sugestionable. Aparte de que esto hace que el hipnotizador y quienes están junto a él puedan influir en la confección del relato del abducido, lo que queda claro es que un sujeto bajo hipnosis no tiene por qué ser más veraz. Otro efecto importante es que, tras una sesión de hipnosis, las presuntas víctimas creen mucho más en su historia. Quedan tan convencidos que llegan incluso a tener problemas psicológicos John E. Mack, psiquiatra de la Universidad de Harvard y premio Pulitzer, ha estudiado científicamente el fenómeno de las abducciones (supuestos raptos de los extraterrestres de los seres humanos), encontrando que la sinceridad y emociones reflejadas en el rostro de los abducidos cuando comparten sus experiencias bajo hipnosis. Además de que la experiencia se vuelve parte radical en la perspectiva de vida de los abducidos. Agrega que pruebas psicológicas (entre ellas el MMPI y Escala de Imaginación Creativa) realizadas a los abducidos muestran cuadros de trauma y estrés (estrés postraumático). En 1977, tres investigadores de California: el médico W.C. McCall y los ufólogos John De Herrera y Alvin H. Lawson, realizaron experimentos en el Hospital de Anaheim (California), empezando a buscar en las fuentes internas –psicológicas-, como en las externas –extraterrestres-, del fenómeno de abducción, experimentando con un grupo de estudiantes voluntarios a quienes hipnotizaron y guiaron a imaginar abducciones. En sus reportes, Lawson declaró que las abducciones imaginarias y “reales” eran indistinguibles. Fue así como años más tarde, Lawson propuso la “hipótesis de los recuerdos perinatales” (HRP), que se vio respaldada con las investigaciones sobre drogas psicodélicas efectuadas por el psiquiatra checo Stanislav Grof. Esta hipótesis establece que una experiencia de abducción no es sino una historia involuntaria y fantasiosa cuyo contenido –eminentemente arquetípico- está basado en los recuerdos perinatales inconscientes de la persona. Un experimento más sofisticado se realizó en 1981 en un esfuerzo para obtener los perfiles de personalidad de las personas que reportaron haber vivido experiencias de abducción. La psicóloga Elizabeth Slater, aplicó en Nueva York cinco tipos de pruebas a nueve abducidos y encontró que sufrían un sentido de victimización, al igual que la ansiedad parecida a la que sufren las víctimas de crímenes a quienes estuvieron ante desastres naturales. Informó que estos individuos aseguraron haber sido llevados por la fuerza a los ovnis y ahí violados. Las observaciones de Slater dieron un modelo psicológico, los abducidos son víctimas de desórdenes de estrés post-traumático. Hace notar que estas personas están sumergidas en su propia vida, tienen personalidades propensas a especular con la fantasía y no pueden distinguir entre los eventos y entidades reales y lo que imaginan. Esto se vio reforzado en el año 2003 por las investigaciones del psicólogo de la Universidad de Harvard, Richard McNally, quien en la reunión anual de la Asociación para el Avance de la Ciencia en Estados Unidos, explicó que su estudio sobre el fenómeno de las abducciones comprobó que éstos sufren los mismos síntomas propios de quienes han sufrido otros traumas “reales”, por lo que una persona convencida de haber vivido una experiencia traumática (sea real o no) puede causar síntomas auténticos. El doctor Kenneth Ring, psicólogo de la Universidad de Connecticut, ha trabajado durante años en el llamado Proyecto Omega, estudiando cientos de casos de abducciones y comparando las secuelas que éstas dejan en los individuos con las de aquellas personas que han vivido experiencias cercanas a la muerte (ECM). Descubrió características similares entre ellos: cambios mentales, cambios que afectan a su funcionamiento fisiológico, su sistema nervioso, su cerebro, procesos mentales y capacidad de predecir hechos futuros. Algunos creen que las abducciones son el producto de alucinaciones causados por desórdenes del lóbulo temporal del cerebro, padecimiento que se puede descartar o confirmar con técnicas modernas que rastrean el cerebro, por ejemplo, la resonancia magnética. Sin una aproximación fenomenológica a la colección de datos, la información obtenida del abducido es muy limitada para comprobar o no una hipótesis, porque la base de datos constituye una mezcla de experiencias entre los datos en bruto y la hipótesis o interpretación. No hay razón para realizar inferencias e interpretaciones, pero estas actividades necesitan estar claramente separadas de la colección de datos puros y decisivos y de los detalles fenomenológicos. Futuros estudios necesitan hacer énfasis en las aproximaciones fenomenológicas para realizar las entrevistas y tomar la colección de datos, en un orden que se aproxime a las percepciones actuales del abducido. Sin embargo, a pesar de los dramáticos resultados de la regresión hipnótica en los abducidos, todavía permanecen serios problemas metodológicos en el uso de la hipnosis como instrumento de la investigación de las experiencias de abducción; como lo son la habilidad del cuestionador, la selección sin intención (azarosa) de las personas para estudio, es decir la selección de casos, problemas en la elaboración del perfil médico-psicológico, etcétera. ESTUDIOS CIENTÍFICOS SOBRE LOS OVNIS Desde la década de 1940, las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, junto a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estudió el fenómeno de los ovnis a través de los proyectos Sign, Grudge, Blue Book y el Panel Robertson, entre otros. Y donde los objetivos, según afirman, era encubrir pruebas militares así como determinar si los ovnis representaban una amenaza a la seguridad nacional. En 1969, un grupo de científicos dirigidos por el doctor Edward Condon concluyó un estudio sobre los ovnis encargado por las Fuerzas Aéreas norteamericanas y la CIA que se conocería como Informe Condon o proyecto “Libro Azul”, teniendo como conclusión que el estudio del fenómeno ovni no aportaba nada al conocimiento científico. En 1998, un grupo de científicos estadounidenses y europeos hicieron público el Informe Sturrock, el cual resumía las investigaciones encabezadas por Peter Sturrock, profesor emérito de astronomía y física aplicada de la Universidad de Stanford y presidente de la Society for Scientific Exploration. Acompañaron al científico mencionado –entre otros- Von R. Eshleman, profesor emérito de la Universidad de Stanford; Guenter Reitz, del Centro Aeroespacial y el Instituto de Medicina Aeroespacial de Colonia (Alemania), y Charles Tolbert, astrónomo de la Universidad de Virginia, Jean-Jacques Velasco, director del Servicio de Investigación de los Fenómenos de Reentradas Atmosféricas (del gobierno de Francia). Las conclusiones de esta investigación fueron que, “aunque la información generada en los últimos cincuenta años no ha probado la existencia de una tecnología extraterrestre tras el fenómeno, ello no implica que nos enfrentemos a un fenómeno inusual y desconocido por la ciencia. La investigación del fenómeno ovni puede ayudar a los científicos a comprender mejor la realidad que nos rodea”. En 1999, se presentó el documento “Informe COMETA” (Comité de Estudios Avanzados), resultado de tres años de investigación científica en Francia realizada por militares, científicos y expertos de intachable honorabilidad. Nombres como Bernard Norlain, antiguo director del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional; el profesor André Lebeau, ex presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales; el astrofísico Jean-Claude Ribes, antiguo director del Observatorio de Lyon; Denis Blancher, comisario principal de la Policía Nacional en el Ministerio Interior; o los generales del Ejército del Aire Denis Letty y Bruno Le Moine, además de algún almirante, comisario de policía, ingenieros del ejército e incluso algún abogado eran sus artífices. Sus conclusiones son más arriesgadas que los informes anteriores, afirmando que, “la realidad física del fenómeno ovni es incuestionable y el origen terrestre del mismo no explica más que una minoría de casos. Así que es necesario recurrir a otras hipótesis, como la extraterrestre”. Actualmente, hay países que tienen una dependencia gubernamental o que han realizado estudios serios del fenómeno ovni, por ejemplo, Chile, Uruguay, Brasil, Argentina, Francia, Bélgica, Perú, Estados Unidos, Rusia (antigua Unión Soviética), entre otros. ESCEPTICISMO, FRAUDES Y SECTARISMO El Ground Saucer Watch (GSW), organizado por William H. Spaulding y su hermano J.A. Spaulding, por medio de “pixels” y “perfiles” que amplían las fotografías en una computadora, los analistas han detectado que el 95% de las mismas son fraudulentas. El doctor Joseph Allen Hynek, astrofísico y ex consultor científico de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en el Proyecto Blue Book, seleccionaba casos de avistamientos de ovnis que poseían un “grado extremo de rareza”, expresión con la que quiere aludir a datos sumamente peculiares en un comunicado sobre el avistamiento de un ovni que no tiene ninguna explicación natural. Es una dimensión del relato en el que a mayor índice de rareza, mayores elementos de información presenta el comunicado. La otra dimensión o coordenada es la probabilidad de que el relato tenga que ver con un suceso real ¿ocurrió de verdad el raro fenómeno que desafía toda explicación en términos de la física convencional?¿cuál es la probabilidad de que el testigo relatara un suceso real con un grado de rareza insólito? Estas preguntas representan una diferente evaluación, en esta ocasión no concerniente al relato, sino a la credibilidad del testigo, y presuponen el empleo de otros criterios. Por lo que se obtiene un diagrama de dispersión de la correlación entre rareza-probabilidad; obviamente importando para el análisis científico detallado las observaciones que tiendan hacia la parte superior derecha del cuadrante de la correlación. La expresión “movimiento ovni” se utiliza cada vez más, incluso por los mismos partidarios de los ovnis. El término no es inadecuado. Como el movimiento feminista, el pacifista y otros movimientos sociales que han aparecido en la escena occidental en los últimos años, el movimiento ovni está compuesto por personas que persiguen con todo celo una meta común: el reconocimiento de la realidad de los ovnis por la sociedad en general y los científicos en particular. Incluso, algunos se agrupan en asociaciones que utilizan rituales y creencias muy parecidos a los religiosos, incluso algunos son sometidos a lo que se suele llamar enajenación o “lavado de cerebro”. A MODO DE CONCLUSIÓN El fenómeno de los ovnis existe, independientemente de las interpretaciones personales y científicas que se le asignan. Sin que esto quiera decir necesariamente que existan naves extraterrestres, esto le toca a los científicos comprobarlo (no a la ciencia, porque ésta es neutra y aquellos son humanos). Constituyendo su vasta influencia un debate permanente en distintos medios de comunicación. Siendo tarea interdisciplinaria de los especialistas encuadrar útilmente el fenómeno psicosocial para poder comprender y facilitar a que una persona que acuda con uno sea atendida sin el prejuicio estereotipado y sí con una actitud profesional que muy probablemente encontrará así como a personas mentalmente sanas que confundieron sus percepciones, como a individuos trastornados y fanáticos. BIBLIOGRAFÍA “Los ovnis y la Defensa. El Informe COMETA. ¿Para qué debemos prepararnos?” Comité de Estudios Avanzados de Francia (1999). Francia: Revista VSD. http://www.chez.com/lesovnis/htm/cometaf.htm Condon, Edward U. (1969). “Scientific Study of Unidentified Flying Objects”. Nueva York: Bantam. Duncan, Ronald y Weston-Smith Miranda (1989). “La enciclopedia de la ignorancia. Todo lo que es posible conocer sobre lo desconocido”. México: FCE